Las aguas subterráneas, es decir, las que se encuentran en el subsuelo, brotan espontáneamente a la superficie en fuentes naturales. Tienen una serie de características físicas y químicas que les dan propiedades terapéuticas, o sea que poseen la virtud de aliviar ciertas enfermedades.
Esas aguas también son llamadas aguas minerales o medicinales y tienen particular importancia tanto desde el punto de vista médico, como comercial.
Según los elementos que la caracterizan, se clasifica en cuatro grupos principales y en varios subgrupos:
- Cloruradas.
- Sulfuradas.
- Sulfatadas.
- Bicarbonatadas.
Las aguas minerales se aplican en bebidas, irrigaciones, inhalaciones, aspiraciones y duchas. Las aguas termales y sulfurosas se prescriben también para baños.
Para qué sirven y beneficios del agua mineral en el cuerpo humano:
- Su acción va desde ser laxante hasta la depurativa, estimulante y reconstituyente.
- Y de acuerdo con su composición, se aplican para las dolencias del hígado, riñones, vejiga, piel, corazón, aparato circulatorio y sistema nervioso.
Es frecuente que las aguas minerales sean gaseosas y contengan, según el caso, ácido carbónico, fosfórico, arsenioso, yodhídrico o sulfhídrico.
Al uso curativo de las aguas minerales, se llama crenoterapia.