Chuparse el dedo pareciera algo tierno, pero en realidad resulta un problema psicológico, que puede tener consecuencias nada agradables.
¿Por qué se chupa el dedo?
- Probablemente quiere llamar la atención de los padres.
- Puede estar expresando algún problema de adaptación.
- Puede ser que también este luchando por alcanzar un logro, y por ello, éste triste o inseguro y chupar su dedo pulgar lo reanima y lo ayuda a combatir con el estrés.
Este hábito por lo regular desaparece alrededor de los 4-5 años de edad, en la mayoría de los casos.
Consecuencias de chuparse el dedo gordo
Chuparse el dedo a la larga trae consecuencias dentales serias y muchas veces irreversibles:
- Puede causar en algunos niños deformidad dentofacial.
- En otros es causa directa de las peores malformaciones y maloclusiones dentofaciales.
- El efecto de una presión inadecuada constante trae como consecuencia crecimiento anormal del hueso o retraso en el mismo, malas posiciones dentarias, hábitos defectuosos de respiración, dificultad para hablar y alteraciones del equilibrio de la musculatura facial, entre otras.
Si su hijo está en este caso o empieza a chuparse el dedo, llévelo al odontopediatra quien, de acuerdo a la severidad de las malformaciones, determinará la terapéutica más conveniente a seguir.
La gravedad de las malformaciones o maloclusiones (contacto deficiente entre las piezas dentales superiores e inferiores) depende de tres factores importantes:
- Duración.
- Frecuencia.
- Intinsidad.
¿Cómo saber si se chupa el dedo?
Aparte de observarlo meterse el dedo en la boca, existen otros indicios que nos da una idea de la duración, frecuencia e intensidad con lo que lo hacen:
- Cuando existe el hábito, se observa una callosidad, que varía desde ligera a intensa, debida a la fuerza y frecuencia de succión, apoyo del dedo sobre los dientes y la presión de la punta de la lengua sobre el pulgar y éstos.
- Lo anterior ocasiona problemas a los niños como mordida abierta (cuando los dientes superiores e inferiores no hacen contacto) y la común mordida clase II, que es cuando los dientes se salen hacia el frente.
¿Qué hacer?
Para corregir el hábito de chupeteo del pulgar, se necesita una terapéutica dental y psicológica completa, y por supuesto el apoyo familiar (hable con su hijo) es de vital importancia para la solución del problema.