Hay muchas ocasiones para gustar de un refresco, de la marca que se nos antoje, del color o sabor que deseemos y con alguna rica comida o unas botanitas. Imaginarlo no suena difícil y menos llevarlo a cabo cuando en cualquier rincón del planeta ya hay tiendas que nunca faltan los refrescos de todos los tamaños.
Pero ¿por qué es malo tomar refresco?
En si no es que sea malo el refresco, lo dañino radica en el exceso y la continuidad con que lo tomes.
Daños que provoca el refresco ¿qué pasa si tomo mucho refresco y nada de agua?
- Una mala hidratación.
- El gas es un componente principal del refresco, no importando si es uno de dieta o normal, y esto llega a ocasionar una deficiencia de vitamina B6, cuya responsabilidad es de metabolizar carbohidratos y proteínas.
- En algunos casos puede causar taquicardias, debilidad ósea y parálisis muscular.
- Debilita los huesos, favoreciendo la osteoporosis.
- Dificulta el aprovechamiento de hierro, pudiendo generar anemia o desencadenar alguna infección.
- Mayor vulnerabilidad a tener caries.
- Mayor riesgo de padecer obesidad.
- Mal aliento de la boca.
- Deteriora los dientes.
- Ser venerable a enfermedades renales.
- Deshidrata la piel, luciendo opaca y apagada.
- Inclusive hay repercusiones si se trata de un refresco light, ya que los sustitutos de azúcar o azúcar sintética en exceso, llega a causar daños cerebrales, pérdida de memoria y confusión mental.
- El cuerpo recibe solo calorías vacías.
- Gastas dinero que lo puedes aprovechar en cosas mejores y más útiles.
Consumir refresco en grandes cantidades y nada de agua no es conveniente, podría hacer un daño irreparable. Es importante no abusar del refresco, es cuestión primordial de salud tomar por sobre cualquier bebida: agua simple, dos litros al día.
Haz ejercicio, toma agua, come sanamente y evita los excesos porque en general ningún exceso resulta ser bueno.