La vitamina B1, o también llamada tiamina, fue descubierta en 1910 y es necesaria para mantener la salud del sistema nervioso, también mejora la memoria y resulta esencial para la transmisión de determinados impulsos nerviosos cerebrales, entre otras muchas funciones.
¿Qué produce el déficit de vitamina B1?
- Cuando hay carencia de esta vitamina, el cerebro tiene dificultades para procesar la glucosa, y por consecuencia, se alteran las funciones mentales.
- Beriberi.
- Cambios de humor.
- Cansancio.
- Depresión.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas.
- Temblores en las manos.
- Sensación de inseguridad.
- Problemas de sueño.
- Dificultades para pensar.
- Pérdida de peso y de apetito.
- Su deficiencia radical puede destruir las células cerebrales responsables de la memoria.
Caso contrario, un exceso de esta vitamina no se le conocen efectos nocivos para la salud, ya que las dosis elevadas son eliminadas por los riñones.
La dosis diaria es de 1.2 mg en personas de 14 años en adelante.
Las principales fuentes que contiene la vitamina B1 son:
- Huevo.
- Pepitas de girasol.
- Soya.
- Carne de puerco.
- Germen de trigo.
- Lomo.
- Legumbres (frijol, lentejas, garbanzos, habas…).
- Pasta.
- Avena.
- Pan.
- Ajo.
- Frutos secos (nuez, avellana, pistaches…).
- Cereales.
- Pescado.
- Cacahuates.
- Verduras.
Así, que si usted lleva una alimentación sana y variada, no tendrá problemas de presentar déficit de esta vitamina.
