Las ollas de presión son un invento que vino a facilitar la preparación de los alimentos. En 1679 se da el primer intento de cocinar en olla de presión, pero es hasta 1978 cuando se hacen más rápidas y completas.
Actualmente contamos con ollas llamadas de tercera generación con programación inteligente. Sin duda, hacen de la cocina algo más sencillo y cómodo.
Beneficios de cocinar en olla a presión:
- Se reducen costos y tiempo. Lo que se traduce como ahorro. Se gasta menos gas o electricidad (que es dinero) y se invierte menos tiempo (que es tu vida) para cocinar. Algunos ejemplos son los siguientes (depende de la cantidad):
Alimento | Sin olla de presión | Con olla de presión |
Frijoles | 2 horas aprox. | 40 minutos aprox. |
Papas | 30 minutos aprox. | 10 minutos aprox. |
Lentejas | 30 minutos aprox. | 10 minutos aprox. |
Caldo de pollo | 40 minutos aprox. | 15-20 minutos aprox. |
Caldo de res | 1 hora aprox. | 30 minutos aprox. |
- Se conservan hasta en un 50% más los minerales y las vitaminas de los alimentos, en especial la vitamina C.
- Conservan mejor el sabor de los alimentos.
- Se ahorra entre un 50 a 70% de energía en comparación con una olla convencional.
Pero también es bueno saber cómo funciona una olla de presión, que no es otra cosa que simple física:
- Al aumentar la presión, sube el punto de ebullición del agua.
- Esto hace que acelere el proceso de cocción de los alimentos y reduce el tiempo de cocinado.
- Dentro de la olla se llega a alcanzar la temperatura de hasta 130 °C, por lo que los alimentos se cuecen más rápido y así se disminuye el tiempo de cocinado.
Así de simple. Se recomienda utilizar la olla de presión.