Efectos de inhalar, frotar o masticar ajo crudo para el organismo humano

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El ajo es un regalo divino porque contiene numerosas aplicaciones útiles para nuestra vida, por lo tanto debemos aprovechar esta maravilla natural y tratar de consumirla en alguna o varias de las siguientes maneras que existen. El caso es no poner excusa a pesar de su muy singular sabor y olor, y cuando tengamos oportunidad comer ajos hágalo, porque beneficiarían a nuestro organismo, su función siempre ha sido la de cuidar la salud, prevenir y aliviar males.

 

¿Qué funciones tiene el ajo en el cuerpo humano? El ajo es un vegetal muy poderoso y maravilloso que actúa positivamente, veamos porque hay que comer ajo.

Beneficios del ajo cocido

Ajo crudo:

  • Es la forma en la que se saca un mayor provecho.
  • Mastica de 1 a 3 dientes de ajo por las mañanas para aliviar los síntomas de hipertensión.
  • Ayuda a quitar los dolores de cabeza, el vértigo y el insomnio.
  • Es antiséptico, diurético y expectorante.
  • Para contrarrestar el mal aliento hay que masticar semillas de cardamomo, beber un jugo fresco de limón o morder perejil.

 

Ajo en cápsulas:

  • La dosis recomendada para conseguir un efecto terapéutico es tomar de 600 a 900 mg diarios.
  • Debe seguir así ya que en caso contrario podrían presentarse problemas de coagulación.
  • Las cápsulas de ajos sirven para reducir el colesterol consumiéndolas durante varios meses.

 

Ajo inhalado:

  • Oler el ajo triturado sirve para curar la gripe cuando está comenzando.
  • Inhalar ajo también ayuda en caso de pulmonía e inflamación del oído.

 

Ajo frotado:

  • Gracias a sus propiedades antibióticas ayuda a detener una infección, frótalo suavemente en la picadura.
  • También ayuda a combatir el pie de atleta.

 

Ajo en cocción:

  • Primero debes hervir una cabeza de ajo en un litro de agua por 5 minutos y tómala tres veces diariamente.
  • Sirve para combatir los síntomas del reumatismo.

 

Ajo cocinado:

  • Es bueno como condimento natural.
  • El ajo cocido alivia las enfermedades gastrointestinales, pero menos las de tipo renal.
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