La leche constituye una de las mejores fuentes de calcio, 250 ml nos proporciona 300 mg de calcio. Pero, ésta no es la única fuente dónde podemos encontramos calcio, sí que, por si alguna razón no puede consumir leche o sus derivados, existen otras fuentes de calcio aparte de la leche que también contienen calcio, ejemplos de ellos son (por cada 100 g):
- Sardina en aceite 440 mg de calcio.
- Langostino, gambas, camarones 220 mg de calcio.
- Almendras, avellanas 250 mg de calcio.
- Perejil 240 mg de calcio.
- Frijol 228 mg de calcio.
- Higos secos 200 mg de calcio.
- Berro 155 mg de calcio.
- Garbanzo 145 mg de calcio.
- Pizza 140 mg de calcio.
- Brócoli 138 mg de calcio.
- Garbanzos, alubias, habas 130 mg de calcio.
- Calabaza 127 mg de calcio.
- Acelga 110 mg de calcio.
- Espinaca 106 mg de calcio.
- Nuez 100 mg de calcio.
- Soya 100 mg de calcio.
- Olivas 82 mg de calcio.
- Chocolate 80 mg de calcio.
- Lentejas 80 mg de calcio.
- Cacahuate 61 mg de calcio.
- Limón 58 mg de calcio.
- Mandarinas 50 mg de calcio.
- Pan integral 50 mg de calcio.
- Jamón 48 mg de calcio.
- Galletas 45 mg de calcio.
- Alcachofas 45 mg de calcio.
- Zanahoria 44 mg de calcio.
- Rábano 43 mg de calcio.
- Atún en aceite 42 mg de calcio.
- Pistaches 36 mg de calcio.
- Carne de pavo 14 mg de calcio.
- Carne de cerdo 6 mg de calcio. Entre otros alimentos.
Derivados de la leche:
- 250 ml de yogurt 250 mg de calcio.
- 100 g de queso fresco 400 mg de calcio.
- 100 g de requesón 60 mg de calcio.
- 100 g de manchego curado 1.200 mg de calcio.
Se recomienda consumir entre 800 y 1.000 mg de calcio al día.
Recuerde que el calcio es un nutriente esencial para la salud, ya que éste ayuda a formación de huesos y dientes, así como de colágeno, glóbulos rojos, además, favorece la absorción de hierro y es antioxidante.