El vino es imprescindible en diversas fechas y eventos, no puede faltar en los brindis ni en los festejos, como seguramente hay mucha alegría que no sirva de pretexto para abusar y terminar todo embriagado. El vino es una bebida que se extrae de la uva y que al beberlo en determinada cantidad, provoca efectos anormales en el comportamiento de las personas que lo beben.
Porque el vino embriaga, porque produce estos efectos:
- Hay que saber que el jugo de uva sufre un proceso químico
llamado fermentación, que lo transforma en vino y, además el vino contiene una determinada graduación alcohólica. - El jugo dulce, perfumado y sabroso de la vid, ya fermentado da origen a una bebida, en cuya composición encontramos una nueva sustancia: el alcohol.
- El alcohol es un compuesto orgánico formado por la combinación del hidrogeno, el oxígeno y el carbono.
- Cuando bebes vino, el alcohol que contiene que varía entre el 6 y 17% es recogido íntegramente por la sangre. La sangre se encarga de transportarlo a todas las partes del cuerpo, produciendo efectos muy diversos y con frecuencia contradictorios.
Más acerca de porque el vino nos emborracha:
- Si tomas dosis mínimas de vino, nuestro organismo absorbe con facilidad el alcohol y este tonifica y vivifica nuestro cuerpo.
- Cuando la dosis ingerida sobrepasa determinados límites se comienza a experimentar una extraña sensación de bienestar, pero enseguida se siente que la cabeza comienza a dar vueltas, teniendo como consecuencias: dificultad en la visión, entorpecimiento para hablar, perdida del equilibrio natural en todo el cuerpo y dejar de ser dueño de nuestros actos.
- Como ya mencionábamos esto sucede porque el alcohol es transportado por la sangre al cerebro, ejerciendo propiedades toxicas en los centros motores y sensoriales del cerebro, al igual que una droga, produciendo la ebriedad.
El vino es si, no es dañino, es dañino solamente si se abusa de él (que es lo que pasa casi siempre), tómalo ocasionalmente y con mucha moderación. Evita tomarlo cuando estés triste, decepcionado, estresado, angustiado, etc.
