¿Ser flaco es malo o es bueno?

Mucho se sabe acerca de los problemas y enfermedades que tiene una persona obesa, incluso a todas las adversidades que debe afrontar, pero que pasa de lo opuesto, de los muy delgados (bajos de peso, flacos). Como cualquier otra cosa, los extremos no siempre es lo mejor, es decir, no ser obeso, ni tampoco ser una persona flaca o bajo de peso. Ser flaco no significa ser saludable.

Estar flaco no siempre es estar sano ni saludable:

Tener un peso debajo de lo normal puede traer graves consecuencias, tales como:

• Enfermedades del pulmón.
• Malestares gástricos.
• Pérdida del pelo.
• Reducción de hormonas tiroideas y sexuales.
• Altas probabilidades de osteoporosis y de sufrir una fractura.
• Dificultades para cicatrizar heridas.
• Variaciones psicológicas.
• Carencias nutricionales en el organismo.
• Riesgo de enfermedades cardiacas y diabetes.
• Sistema inmunológico débil.
• Anemia.
• Problemas de fertilidad.
• En caso de mujeres, riesgo de un aborto espontáneo.

Y por si eso no fuera poco, la “flaquencia” aún se desencadena más riesgos todavía:

• Se siente mucho frío en el cuerpo.
• La falta de grasa obstaculiza la absorción de las vitaminas liposolubles.
  • La vitamina A cuida la vista, el cabello y la piel.
  • La vitamina D es indispensable para los huesos.
  • La vitamina E es antioxidante.
  • La vitamina K es esencial para la correcta coagulación.
• El número de linfocitos T es menor.
• Menor cantidad de glóbulos blancos.
• La inmunidad es poca para defenderse de enfermedades.

La mejor recomendación es que cuide su peso, y se mantenga en su IMC correcto. Concientice en por qué es importante nutrirse saludablemente, y sin duda alguna mejore los hábitos alimenticios, también visite a su nutriólogo.