Con las actividades, quehaceres y trabajos que tenemos en casa a diario, tenemos una buena fuente para hacer trabajo físico sin que nos demos cuenta. Y más si los hacemos de forma consiente, es decir, sabiendo que con ellos combatimos el sedentarismo y contribuimos a un mejor estado de salud, que mejor pretexto para realizarlos. Por ello, hay que sacar doble provecho a nuestras actividades cotidianas, por un lado cumplimos con los quehaceres y por otro lado beneficiamos la salud del cuerpo.
Actividades cotidianas que impliquen trabajo físico:
- Barrer la casa, el patio, la banqueta….
- Trapear.
- Sacudir los sillones, las cortinas, usando un plumero…
- Usar la aspiradora.
- Planchar.
- Ir a comprar a la tienda (se requiere caminar y tal vez bajar escaleras).
- Lavar ropa, en especial cuando la lavadora no es automática.
- Lavar el baño, la taza, el lavabo, las paredes de la regadera…
- Lavar el auto.
- Podar los jardines, las plantas…
- Ir a traer a los hijos a la escuela, en caso de llevar auto, puede dejarlo un par de cuadras antes de la escuela y caminar.
- Otros trabajos (por lo general, para hombres): pintar, plomería, electricidad…
De las actividades mencionadas solo son unos cuantos ejemplos y muchas de ellas se llevan a cabo en un solo día, así que si es de las personas que no les gusta hacer ejercicio, pues por lo menos lleva a cabo las más que puedas de ellas.
Este tipo de actividades más una alimentación sana (comer frutas, verduras, carbohidratos y grasas en su justa medida, así como agua simple) le ayudara a:
- Prevenir obesidad.
- Mala circulación sanguínea.
- Colesterol alto.
- Defensas bajas….etc.
Ahora que si puede añadir una media hora de ejercicio, unas cuatro veces a la semana, mucho mejor para su salud.