Esta vitamina liposoluble ayuda al mantenimiento del sistema de coagulación de la sangre, por lo que evita hemorragias y también es esencial para la salud y el mantenimiento de los huesos.
Déficit de vitamina K:
No es común, pero cuando llega a suceder provoca la eliminación de la fauna bacteriana del intestino, lo que conlleva a hemorragias intestinales, aparición de sangre en la orina, hematomas, roturas de vasos capilares, aborto espontaneo, sangrado de nariz o encías y diarrea.
Exceso de vitamina K:
Esta vitamina K natural se almacena en el organismo y no produce toxicidad, mientras que las dosis excesivas de vitamina K sintética puede provocar sudoración, contracciones torácicas y anemia.
Alimentos con vitamina K:
- Aceite de soya.
- Hígado.
- Yema de huevo.
- Avena.
- Cebada.
- Espinacas.
- Tomate.
- Yogurt natural.
- Verduras de hoja verde.
- Alfalfa.
- Aceite de pescado.
- Alga marina.