El trastorno bipolar también es llamado psicosis maníaco-depresiva, es una enfermedad que hasta el momento no tiene cura, pero es controlable. El origen del trastorno bipolar es orgánico, no tiene que ver con lo psicológico y sus causas son bioquímicas y genéticas.
¿Qué significa cuando una persona dice que es bipolar?
¿A qué se refiere cuando una persona es bipolar?
- Se distingue por cambios radicales de humor, pensamiento, energía y conducta que experimenta quien la padece.
- El humor alterna entre los “polos extremos”: de la exaltación de las emociones (fase de manía) a la inhibición de las mismas (depresión); estas fases pueden durar horas, días, incluso meses.
¿Es malo tener trastorno bipolar?
Si es malo porque afecta el comportamiento de una persona, daña a la familia e inclusive a la sociedad:
- El Trastorno bipolar afecta a quien lo padece en todas las áreas de su vida cotidiana, dependiendo del tipo y gravedad del trastorno.
- En las etapas de manía, por ejemplo, puede verse involucrado en actividades autodestructivas como invertir en negocios arriesgados, hacer gastos excesivos, abusar del alcohol o las drogas; y en la etapa depresiva puede encontrarse irritable, sin entusiasmo ni interés por las cosas que normalmente disfruta; o hundirse en la tristeza e intentar quitarse la vida.
- Todo esto afecta sus relaciones con la familia, la pareja y su desempeño laboral.
¿A qué edad se manifiesta el trastorno bipolar?
La edad en que comienza a manifestarse oscila entre los 20 y 22 años, por lo que es un padecimiento de adultos jóvenes, aunque también se han encontrado casos en adolescentes.
¿A quiénes afecta más el trastorno bipolar? ¿hombres o mujeres?
De acuerdo a las estadísticas a nivel nacional e internacional coinciden en que la cantidad de hombres y mujeres que sufren esta enfermedad es similar.
Síntomas más frecuentes del trastorno bipolar
Los episodios maniacos contienen tres o más de estos síntomas:
- Disminución del sueño.
- Autoestima exagerada o sentimiento de grandeza.
- Sensación de pensamiento acelerado.
- Ganas de hablar (más de lo necesario).
- Distraerse con gran facilidad.
- Euforia anormal o excesiva.
- Irritabilidad.
- Conductas efusivas como: relaciones sexuales indiscriminadas, compras excesivas, inversiones económicas riesgosas.
- Energía incrementada.
- Falta de juicio (cuando asume una posición o idea no se le puede convencer de lo contrario).
- Comportarse de forma imprudente en situaciones sociales.
En contraparte, los episodios depresivos se caracterizan por:
- Estado de ánimo triste, ansiedad persistente.
- Pesimismo.
- Sentimientos de culpa y desamparo.
- Llanto sin motivo aparente.
- Actividad intelectual lenta.
- Pérdida de interés en las cosas y actividades que antes disfrutaba.
- Fatiga.
- Descontrol en hábitos alimenticios.
- Pensamientos de suicidio.
- Insomnio o somnolencia.