No es recomendable nadar después de haber tomado alimentos porque puede ocurrirle un accidente en el cual ponga en riesgo su vida. Lo que sucede es que después de comer el organismo ocupa mucha sangre que llega a los capilares del estómago para encargarse de la asimilación de los nutrientes. En este momento el cerebro recibe menos sangre y esa es la causa por la cual se siente uno con menos fuerza y hasta con sueño.
Por ello, si se mete a nadar, puede ser peligroso y sufrir desde un calambre, un desmayo, hasta el riesgo de ahogarse. Especialmente esto puede suceder si comió abundantemente. También el proceso de digestión se interrumpe y puede causar malestar estomacal.
Si va a meterse a la alberca, se recomienda hacerlo después de 30 a 40 minutos que haya comido. Este tiempo es lo que más o menos tarda el proceso de digestión (aunque puede ser más, dependiendo de la cantidad de comida que haya ingerido).