Todos sabemos que es bueno esforzarse en nuestras actividades, como por ejemplo, cuando hacemos ejercicios o cuando nos dedicamos a algún trabajo que incluya actividad física o moverse constantemente, pero no confundamos el esfuerzo y la dedicación con el sobreesfuerzo. Sobreesforzarse podría causarte varias consecuencias que a continuación se enlistan.
Señales o síntomas y consecuencias del sobreesfuerzo físico:
- Sensación constante de fatiga.
- Calambres y dolor muscular.
- Ruptura de las fibras musculares o desgarres.
- Disminución de la motivación.
- Pérdida de peso y del apetito.
- Cambios notables en la frecuencia cardiaca y tensión arterial.
- Disminución del rendimiento al realizar otras actividades.
- Vulnerabilidad a padecer resfriados y dolores de cabeza.
- Envejecimiento prematuro.
- Probabilidad de cáncer.
- Alteraciones coronarias y/o cardiacas.
- Riesgo latente de lesión con mayor facilidad.
- Disminución de la masa muscular.
- Alteraciones en el ciclo menstrual.
- Alteraciones del sueño y estrés.
Lo mejor para el caso si haces ejercicio, es hacer un diseño de algún plan de ejercicios adecuado para cada persona. Recuerda que aunque levantes más peso de la cuenta, corras más de lo necesario, hagas más abdominales no dará como resultado un cuerpo de 10.
Para no sobreesforzarse en tu trabajo es necesario respetar el horario de trabajo establecido, o si tu estado físico no es el mejor sería bueno cambiarse a otro trabajo.
En ambos casos es necesario alimentarse adecuada y sanamente. Nutrirse dejándose aconsejar con el plato del buen comer, descansar por lo menos 8 horas diarias, evitar el alcohol y el tabaco, mantener una buena higiene personal, no enfadarse y mantener la vitalidad del cuerpo a través de la alegría y la gratitud.