





La onicofagia (morderse las uñas) se puede deber a un estado nervioso o de ansiedad, también el estrés juega un papel importante. El miedo y la inseguridad asimismo son factores que influyen. O simplemente por manía, es decir sin tomar en cuanta nada de lo anterior, simplemente por morderse las uñas (hay quienes así evitar el uso del cortaúñas). Suele ser una práctica común en niños y en muchos adultos.
Aquí la situación es que, una vez que se muerde la uña, se procede a comerla (después de estarla un rato jugando dentro de la boca), tal vez no resulte peligroso, pero en algunos casos puede causarle alguna enfermedad estomacal por los gérmenes que se come, así como enfermedades de las encías y caída del esmalte dental. Además, de que se ve mal comiéndose las uñas y es muy antihigiénico. Por otro lado, se predispone a malformaciones de las uñas.
¿Qué hacer?
Para evitar estar comiéndose las uñas, ponga en práctica estos sencillos consejos:
- Evite las situaciones de estrés.
- Si tiene nerviosismo o ansiedad, identifique cuál es el factor que desencadena la tensión emocional y atiéndase adecuadamente.
- Aplique algún producto que cuenten con un desagradable sabor, notará que se produce un rápido efecto de rechazo al acercar los dedos a la boca. Aplique barniz de ajo, yodo o esmalte amargo.
- Cuide sus uñas y de ser posible hágase una manicure, verá que al ver sus uñas bonitas, la pensara dos veces para morderlas.
- Mastique un chicle para calmar sus ansias.