¿Es malo ser romántico y cursi? ¿Qué pasa?
La palabra cursi es un adjetivo coloquial a aquellas personas que exageran en sus expresiones, gestos y actitudes hacia otra persona. Hay quienes piensan que ser cursi es ser romántico, pero en realidad no lo son, son cosas totalmente diferentes.
Ser cursi es malo cuando es en público y llevan el “romanticismo” a los extremos cayendo en lo ridículo y en el mal gusto, por ejemplo:
- Salir de viaje, regalar un osito de peluche a su pareja y decir: “Encontré este guardaespaldas, te cuidará mientras no estoy y además te hablara cada minuto”, cuando su pareja ya tiene como mil ositos de peluche.
Realmente no es malo ser cursi cuando la pareja (ambos) se encuentran en sintonía, el verdadero problema es cuando uno de los dos es demasiado empalagoso, fastidioso, encimoso y termina por avergonzar al otro.
Las “cursilerías” suele afectar o reforzar una relación, afecta cuando son novios y uno de los dos suele pasar por situaciones vergonzosas mientras que puede reforzar una relación en un matrimonio, además que ya no serían situaciones públicas vergonzosas sino privadas dado el hecho de vivir juntos, el ser cursi pasaría a ser un romanticismo en el matrimonio, debido a la madurez adquirida por la pareja, sabrán aplicar correctamente el romanticismo sin tener que caer en lo ridículo.
Por último, si tratas de conquistar a alguien no caigas en lo ridículo sino actúa normal porque ser cursi no es tu naturaleza.