El cólera se adquiere debido a una bacteria que tiene la forma de coma, llamada vibrión colérico (Vibrio Cholerae). El contagio se produce por la ingesta de agua contaminada, los alimentos o los mariscos.
Una vez que la bacteria está dentro del cuerpo, secreta una toxina que altera la pared del intestino delgado provocando diarrea.
Los síntomas del cólera comienzan a presentarse bruscamente, en un lapso de 1 a 5 días después del contagio, con diarrea que va acompañada de vomito. No suele presentarse fiebre.
- Esta diarrea es abundante y rápidamente se vuelve liquida. Esto causa deshidratación grave (principalmente en niños y ancianos).
- Las consecuencias de la deshidratación se ven reflejadas por la pérdida de peso, por el hundimiento de los ojos en la orbitas, piel seca, así como del descenso de la presión arterial (hipotensión) y la disminución del volumen de la orina.
El tratamiento consiste en rehidratar el organismo bebiendo líquidos o mediante inyecciones intravenosas. También se puede prescribirse un tratamiento antibiótico para evitar la propagación de la bacteria en el organismo.
La forma de prevenir el cólera consiste en mejorar las condiciones sanitarias, así como tratar de beber agua hervida, desinfectada, embotellada o mineral. Lavar perfectamente las frutas y verduras con aguas que no estén contaminadas. Lavarse las manos después de ir al baño. Y de ser posible, aplicarse una vacuna contra el cólera, esta proporciona ciertas protecciones durante al menos tres meses.