





El calcio juega un papel muy importante en la salud de los huesos, pues sirve para formar, fortalecer y conservarlos; además, reduce el riesgo de osteoporosis.
Es por ello, que conviene seguir una dieta en la que, además del calcio, estén presentes vitaminas y minerales necesarios para la salud ósea como el fósforo, el cromo, el magnesio y la vitamina C.
La dosis de calcio recomendada al día es de 1.000 mg.
- Alimentos con calcio: leche, yogur, queso, requesón, naranja, higos
secos, garbanzos, judías verdes, espinacas, avellanas, almendras, el salmón y las sardinas.
- Alimentos con fósforo: Carnes, huevo, leche y sus derivados, frutos secos, cereales integrales y legumbres.
- Alimentos con cromo: Levadura de cerveza, granos enteros, hígado, pollo, carne de res, papas con cascara, fruta fresca y verduras.
- Alimentos con magnesio: semillas de calabaza, de girasol, sésamo o ajonjolí, frutos secos, germen de trigo, levadura de cerveza, cereales integrales, soya, legumbres, verduras de hoja verde, plátano, durazno, manzana, naranja, toronja, pepino, y en menor cantidad en las carnes y los lácteos.
- Alimentos con vitamina C: naranja, limón, mandarina, lima, kiwi, toronja, fresa, guayaba, melón, sandía, lichi, pimiento, verduras de hojas verdes, aguacate…etc.
El exceso de ciertos alimentos limitan la absorción del calcio, tales como:
- Refrescos de cola.
- Chocolates.
- Café.
- Dietas altas en proteínas de origen animal.
- La ingesta excesiva de sodio, por ello no sale mucho su comida.
- Aunque no son alimentos, pero evite el alcohol y tabaco.
Asimismo, evite excederse en tomar suplementos de calcio. De cualquier forma, consulte a un nutriólogo.