Los calambres son consecuencia de una contracción involuntaria de ciertos músculos. Son frecuentes durante el embarazo y afectan sobre todo las piernas.
Generalmente, aparecen por la noche a consecuencia de una sobrecarga muscular por haber realizado un esfuerzo mayor que el que permite el cuerpo, aunque se deben básicamente a una carencia de minerales (en particular de potasio y calcio).
¿Qué hacer?
• Cuando aparezca el dolor estire la pierna y jale los dedos del pie y el tobillo en dirección a la rodilla.
• Lleve una alimentación sana e incluya alimentos ricos en potasio y calcio:
» Potasio: Plátano, puré de tomate, espinacas, berros, kiwi, papaya, pimiento rojo, melocotón, sardina, arenque, abadejo, frutos secos (almendras, anacardos, avellanas, cacahuetes, castañas…), habas, judías, lentejas, patatas, perejil y carnes (carnes rojas y el pollo).
» Calcio: Lácteos (leche, queso, yogurt, etc.), las tortillas, las avellanas, las nueces, la avena, la cebada, el trigo entero, el apio, la cebolla, la ciruela, los cítricos, la col, la coliflor, el chabacano, el jitomate y los higos.
• También puede consultar a su ginecólogo, ya que le puede recetar suplementos a partir del cuarto mes de embarazo.
• Evite estar parada o sentada mucho tiempo o con las piernas cruzadas.
• Estira los músculos de las pantorrillas varias veces al día. En especial antes de acostarse.
• Camine un poco todos los días, a excepción de que el médico no lo haya recomendado.
• Tome suficiente agua.