Si bien todo el sistema digestivo tiene una función específica en la digestión de los alimentos, es, en el intestino delgado, en donde se asimilan los alimentos.
Proceso de asimilación de los alimentos
La digestión comienza en la boca donde existe la saliva que contiene una enzima llamada ptialina que empieza la transformación del almidón en azúcares.
El estómago puede contener entre un litro y un litro y medio de comida; segrega aproximadamente un litro y medio diario de jugo gástrico, el cual está formado con una suspensión débil de ácido clorhídrico (0.05%) en agua, y dos enzimas: pepsina y renina. El alimento permanece en el estómago de 2 a 4 horas; a veces más, en donde se transforma en una masa semisólida llamada quimo que cruza el píloro para entrar en el duodeno.
Muy pocas de las sustancias que llegan al estómago son absorbidas en este lugar.
En el duodeno el alimento, ya digerido parcialmente, es atacado por enzimas procedentes del páncreas y por la bilis, un disolvente de las grasas. En el duodeno tampoco hay absorción apreciable de alimentos, pues ésta es una función primordial del intestino delgado.
El intestino delgado absorbe y asimila los nutrientes procedentes de los alimentos desintegrados, para después pasar a la sangre y nutrir todos los tejidos y células del cuerpo.
Cuando los restos de comida llegan al intestino grueso, prácticamente ya no contienen ninguna substancia nutritiva. Lo que queda son residuos sin digerir mezclados en agua. El agua se absorbe y el residuo es eliminado (materia fecal).
El tiempo que toma el alimento desde que se ingiere hasta que sus restos se eliminan, varía considerablemente:
- Depende del tipo de comida.
- Del estado del cuerpo.
- De la situación emocional.
Pero en general, se toma de 24 a 30 horas.